Ahora las mueves para acá.
Ahora las pones para alla.
Las vuelves a mover para acá.

Asi hasta 5 ó 6 veces se deben mover las cartas antes de salir a la calle.
Parece increible, pero es asi.
Por zonas, por sectores, por calles, por numeros…
Pares.
Impares.
Si te paras a pensarlo, son varias las veces que las veo pasar por mis manos antes de depositarlas en el buzon correspondiente.
Cada localidad. Cada calle.
Cada edificio. Cada casa.
Muchos edificios grandes tienen diferentes escaleras.
Mas de lo mismo.
Este tiempo no se ve reflejado en ninguna parte, pero ahi esta. Si no lo ves incluso cuesta de creer.
Todo clasificado y colocado en montones.
Todo en orden. Empieza el reparto.
Clamo al cielo para que hoy haya pocos errores y devoluciones.
Y que el tiempo acompañe. La calle es lo que tiene. Hay que aguantar lo que caiga.
Llegan a destino para disgusto de los receptores. No lo entiendo. Son facturas, si. La mayoria abonadas ya.
P.D. Dentro de poco te voy a contar lo que me encontre el verano pasado una tarde de reparto.
Suscribete hoy para comenzar a recibir en tu correo articulos como este que has acabado. Dia que no estas, correo que te pierdes.
Deja una respuesta